Donde te lleven tus sueños

El proceso de transformación personal debe atravesar acciones concretas que lo lleven acabo.
El autoconocimiento no es suficiente para provocar el cambio, ¡el cambio se realiza haciéndolo!
Quién produce el cambio es la "persona-en-acción" lo pongo en guiones porque la definición de persona incluye la acción. No es posible ser persona sin obrar como tal. A continuación os dejo un vídeo para reflexionar sobre como las decisiones-acciones pueden crear sueños.

La clave del vídeo es cuando en el minuto 4,15 afirma: "de tanto comportarse como un hombre enamorado, volvió a enamorarse".
En el vídeo se muestra a las claras como es posible VOLVER a enamorarse si nos comportamos como enamorados. Claro que la sola acción no basta, no puedo enamorarme de alguien sin que haya habido previamente un cierto interés.
Pero lo cierto y verdad es que el amor no responde a un mero sentimiento sino que es más bien una decisión: uno quiere porque quiere querer, porque el corazón ha DECIDIDO querer. No hay más razón en el amor que la decisión.
Por eso si he decidido amar debo ponerme en camino y prepararme para la acción. Decidir amar significa comenzar de cero a pensar positivamente sobre mi futuro con la persona amada. Las crisis en el amor surgen cuando ya se ha tirado la toalla y no queremos luchar, esto es, cuando se ha tomado la decisión de que lo nuestro es imposible.
También la ruptura supone una decisión.
El amor es aquello que te hace mejor persona, pero para amar no basta tan solo con la palabra hablada. Es necesario que la persona amada se sienta reconocida y para ello es necesaria la acción.